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Ese puto whatsapp, Ramón

A la izquierda, Ramón Lobo, siempre sonriendo, como lo recordaré siempre.

Me he quedado sin enviarte ese puto whatsapp, Ramón. Quería escribirte un mensaje sobre todo lo que has significado para mí. Que leía tus crónicas de guerra en El País  —dónde si no — cuando era pequeño y soñaba con ser periodista, con ser como tú, y que fuiste desde el principio una motivación y un ejemplo. Que me ganaste cuando llegué a la redacción y comprendí que, además de un ídolo, eras un buen compañero, siempre más cerca de los curritos que de los jefes, deseando echar una mano al último mono de la redacción, sin darte ínfulas. Que me hacías reír con tu humor negro, negrísimo, iconoclasta, salvaje. Que se podía discutir contigo con pasión de cualquier tema  —el periodismo, la izquierda, las redes sociales — salvo del fútbol y del Real Madrid, que ahí te ponías ya recalcitrante, pero discutíamos igual (tenías razón, Pjanic no era jugador para el Barça). Que pasear contigo por el centro de Madrid charlando de lo divino y lo humano era una delicia. Que la despedida que te ha escrito nuestro Willy me han hecho llorar nada más despertarme. Que te vamos a echar mucho de menos todos los que te queremos, que somos muchísimos porque has dejado una huella de amor imborrable. Te iba a escribir todo eso pero no lo hice, empantanado entre reportajes y últimas horas, y ahora ya no lo vas a poder leer porque ni tú ni yo creemos en la vida eterna. Ese puto whatsapp, Ramón. Buen viaje.

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Lola Rodríguez López, una vida dedicada a la enseñanza y la igualdad

Lola Rodríguez López ante al biblioteca que lleva su nombre.Habrá quien todavía recuerde cómo llegó Lola a Huelma a principios de los ochenta, con faldas jipis y pelos de colores para llenar las calles de una alegría y una libertad recién estrenada tras 40 años de triste dictadura. Para los demás, quizá sea sorprendente que una figura tan enraizada en el pueblo no haya nacido en Huelma. Pero lo cierto es que Lola Rodríguez López, mi madre, nació el 24 de junio de 1958 en Villanueva de la Reina, un pueblo pequeño de la campiña jiennense entre vías de tren y el cauce del río Guadalquivir.

Según nos contó con sus propias palabras cuando hace unos años escribió el pregón de la feria de agosto, Lola es “hija de Felipe y de Ana, una familia humilde” en la que aprendió “a valorar el esfuerzo para salir adelante con la única riqueza de tus manos”. Y continúa: “Por casualidades de la vida, mi maestra, Doña Manolita, me presentó a unas pruebas para optar a una beca, y mira por donde me la dieron, ¡me tocó la lotería! Me dieron una beca para estudiar y mi padre y mi madre pensaron que merecía la pena intentarlo. Nunca se lo agradeceré bastante”.

Lola se esforzó en no perder aquella oportunidad. “Para mí, estudiar, supuso un pasaporte al futuro que me esforcé en aprovechar”, nos explicó en el pregón. Por eso aprobó todos los cursos a la vez que trabajaba todos los veranos para echar una mano en casa. De hecho, emigró a Cataluña y Francia en periodos estivales para conseguir dinero con el que mantenerse sin suponer un gasto para sus padres. Así que sabe lo que es sentirse emigrante y de ahí surge su comprensión hacia los inmigrantes, cuya vida no es fácil.

Después, ya viviendo en Jaén, compatibilizó su trabajo en un bingo con el estudio de Magisterio, además de conmigo, que estaba recién nacido allá por 1982. Con todo, aprobó a la primera las oposiciones para ser maestra, cosa que, como pueden imaginarse todos los opositores que escuchen estas líneas, no debió ser sencillo.

Ser mujer y de clase obrera siempre ha acarreado dificultades, pero mucho más en la época que a Lola le tocó vivir en su juventud. De ahí surge su compromiso ético con la enseñanza pública como una herramienta para transformar la sociedad y hacerla más humana, más justa y más feminista. Sí, feminista, que no es otra cosa que conseguir que los niños y niñas se conviertan en hombres y mujeres del mañana con los mismos derechos. “¿Acaso alguien quiere que su hija tenga menos derechos que su hijo?”, nos interpela Lola.

A esa labor se ha dedicado mi madre en estos más de 35 años, en los que han pasado por sus clases cientos de alumnos de Huelma. Aquí, es Lola la maestra. Y ella lleva ese nombre con orgullo. Una maestra del pueblo, sin pomposidad ni ínfulas, que recoge el testigo de las misiones pedagógicas que trataron de llevar la cultura a los pueblos durante la II República. Cuando Lola se encuentra por las calles del pueblo con algún antiguo alumno, suelen saludarla con cariño, recordando lo que escribía en la pizarra o tomando a broma alguna regañina que, seguramente, se merecían.

Además de a dar clases, en estas tres décadas largas a Lola le ha dado tiempo a fundar la Asamblea de Mujeres de Huelma y, recientemente, la Plataforma Feminista 8 Marzo Huelma-Solera, que recoge el testigo y el impulso que el movimiento feminista tomó en la masiva manifestación del pasado 8 de marzo. Además, el compromiso con la transformación social la llevó a presentarse como candidata en la candidatura de Izquierda Unida y, después, con la de Vamos Huelma-Solera.

Por toda esta labor, recibió el premio Mujeres excepcionales de la Junta de Andalucía durante el Día mundial de las mujeres rurales, el 15 de octubre del año 2010. Pero, ahora que se jubila, no os penséis que se va a dedicar a “sus labores”, como se decía en aquellos tiempos en los que le tocó estudiar. Ya se ha comprometido a seguir enseñando español a mujeres marroquíes y saharauis que viven con nosotros.

Que la biblioteca del instituto lleve su nombre servirá como ejemplo de dedicación, compromiso y esfuerzo para futuras generaciones de niños y niñas.

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4/08/2015

Me he despertado tiritando de frío,
soñando con tu ausencia:
mi cama era el solar bajo las Torres Gemelas
y tu sombra un espejismo lejano,
mi mano te buscaba entre las nubes
y tú eras fugaz como el Conejo Blanco de Alicia.
Sudaba y tiritaba, las dos cosas a un tiempo,
y he abierto los ojos con mi enorme torpeza:
abrazado a tu marcha, no hallándote entre sábanas,
más triste que la luna y más solo que el silencio
y he preferido taparme con tus fotos
arroparme en las caricias que no me diste
y todas las que te faltan por darme
y cerrar quedamente los párpados
para que vuelva una noche eterna
donde no haya más patria que tu regreso.

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La impunidad

Viñeta de Manel Fontdevila sobre Esperanza Aguirre

Viñeta de Manel Fontdevila sobre Esperanza Aguirre

Dice el juez que aparcar en medio de la Gran Vía de Madrid, derribar la moto de un agente y darte a la fuga no es desobediencia ni supone ningún delito ni falta. Y que los agentes, que hasta ahora entendíamos que tienen presunción de veracidad, no son creíbles. En las imágenes del altercado se ve claramente cómo la presidenta del PP de Madrid escapa de los agentes de la Policía Municipal y se encierra en su casa. El juez ¡oh, sorpresa! es «próximo al Partido Popular».

El caso de Esperanza Aguirre, que se marchó cuando iban a multarla, es un ejemplo de la impunidad con que se mueve una cierta casta política y económica que se cree que España es su cortijo y pueden hacer lo que quieran con la aquiescencia de jueces y empresarios. Si hacen esto en público, a la vista de todos, ¿cómo actuarán en privado, bajo la sombra de tramas corruptas como Gürtel, Púnica, ERE, Guateque…?policia

Si quiere ratificar en su carne en qué se diferencia esta persona de usted, pruebe a hacer lo mismo que ella: comprobará que la ley es igual para todos, pero para unos más que para otros. A la gente normal, la condenan.Tenga en cuenta, además, que esta decisión ocurre el mismo día en que se conoce que Luis Bárcenas, que ocultaba 47 millones en Suiza, saldrá de la cárcel pagando una fianza de tan solo 200.000 euros. Tal y como aventuraba aquel ofrecimiento del PP.

Ojalá las próximas elecciones sirvan al menos para limpiar la política de estos lamentables ejemplos. Ojalá.

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Frases contra la ley del aborto de Gallardón

Manifestación por el derecho al abortoMadrid ha vivido este sábado una manifestación contra la reforma de la ley del aborto que prepara el ministro Gallardón, la más retrógrada de la democracia. La protesta ha hecho que vuelvan a escucharse en el paseo del Prado de la capital -completamente abarrotado- lemas que ya se escuchaban hace 30 años:  «Nosotras parimos, nosotras decidimos». Sin embargo, la inventiva del feminismo ha ido hoy más allá. Aquí tenéis alguna de las frases que más se han coreado en la protesta, secundada por mujeres y hombres: Sigue leyendo

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Comer insectos no es para tanto

Comiendo insectos en TailandiaNaciones Unidas  ha sugerido que comamos insectos para combatir el hambre en el mundo y mucha gente se ha llevado las manos a la cabeza (no hay más que ver las reacciones desde ayer en las redes sociales). Un polémico informe de la FAO sostiene que la producción de este alimento es barata y que tiene tantas proteínas como la carne. En mi opinión, estos organismos deberían abogar antes por una redistribución de la riqueza para que los alimentos disponibles lleguen a todos, pero tal vez no sea descabellado pensar que en el futuro no haya comida suficiente y nos veamos abocados a comer bichos. ¿Tenemos razón en quejarnos tanto?

Piensas en insectos y te viene a la cabeza la imagen de una cucaracha metiéndose bajo tu frigorífico o de una mosca escarbando en la mierda y, ciertamente, no se te ocurre que sean un alimento agradable. Pero tal vez no se te ocurre pensar que hay varios países de África, Asia y América donde algunas de estas especies se degustan con normalidad. En mi caso he estado en dos de ellos, México y Tailandia.  En el primero de ellos los chapulines son un aperitivo muy conocido, aunque no el único que consta de estos invertebrados.

Insectos en Ayuttaya, Tailandia

Si en México me quedé con las ganas de probar los chapulines, el verano pasado pude calmar mi curiosidad por saber cómo saben los bichos que se venden en la calle en Tailandia. En este país, pueden verse puestos por la calle donde se vende este manjar. Tienen saltamontes de distintos tamaños, larvas y otros insectos más bien indeterminados. En la feria de Ayuttaya, a unos 80 kilómetros al norte de Bangkok, el puesto de los insectos fritos era uno de los más populares .

Un puesto de insectos en TailandiaAunque en realidad la primera vez que probé estos «manjares» no tuve que irme tan lejos: fue en un restaurante en Madrid. No sé si seguirá abierto. En fin, sin ánimo de molestar solo quería decir que comer insectos no es tan desagradable. Si no, trata de explicarle a un extranjero por qué te gustan tanto las gambas, los caracoles o la sangre de cerdo (morcilla).

Apetitosos insectos tailandeses

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Los rostros tras las palizas al otro lado de la valla de Melilla

Touré Mocta, de Camerún, tiene 25 años y una mirada profunda. Espera para cruzar la valla de Melilla en un bosque cercano a Nador, a unos 12 kilómetros de la ciudad autónoma. Su compatriota Nleha Ramses, de 22 años, aguarda más cerca de la frontera, en el monte Gurugú, desde el que se divisa la ciudad española. Confía en «la ayuda de Dios» para alcanzar la tierra prometida. Ambos cuentan que la policía de Marruecos les persigue y, cuando los alcanzan, les pegan con palos y les golpean en las articulaciones y en la cabeza. Su historia la comparten también otros inmigrantes de Senegal, de Malí, de Costa de Marfil y Congo, y la corroboran asociaciones como Prodein o Médicos Sin Fronteras. Ellos son los rostros tras las noticias sobre los saltos a la alambrada. Su desesperación y su dignidad no cabe en los titulares.

Hoy publico en El País un reportaje con sus testimonios: El viaje de Touré choca con la valla

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Los dos lados de la valla de Melilla

Esta semana he estado en Melilla siguiendo un curso para informar mejor sobre las migraciones. Nuestra llegada coincidió con tres saltos a la alambrada, dos de ellos a plena luz del día. Después,aprovechamos para cruzar la frontera con Marruecos y hablar con inmigrantes subsaharianos que malviven al otro lado de la valla, en el monte Gurugú y los alrededores de Nador, a unos 12 kilómetros del paso de Beni Enzar. Lo mejor del viaje, además del acceso de primera mano a las fuentes, fue conocer a periodistas tan grandes e íntegros como Sergio y Elena, entre otros muchos, además de comparar nuestra visión Eurocentrista con profesionales de Marruecos, Argelia, Mali y Senegal. Estuve hablando con inmigrantes como Toure Mocta, de Camerún, que ha saltado cuatro veces la alambrada, y con Fathi, un argelino que lleva más de tres años en el Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes de la ciudad autónoma. Os lo iré contando en los próximos días. Por ahora, os dejo con este vídeo de la frontera al día siguiente del salto.

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Por qué Carlos Dívar va tanto a Marbella

Escuchó la letra de esta canción y, claro, no pudo resistirse. Desde entonces, se siente obligado a ir todo el rato:

Yo tengo un apartamento
En el Puerto de Banús
Y no le falta de nada
Yo no pago ni la luz
De Marbella a Fuengirola
Yo me voy por la mañana
Con una sueca del brazo
Y por la noche a la cama
Qué tendrá Marbella,
qué tendrá la costa,
que todo el que llega
allí se coloca coloca coloca

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Terremoto de 4,4 grados en Quesada (Jaén)

Según informa el diario Idealha habido un terremoto de 4,4 grados en Quesada (Jaén). Al parecer, se ha notado también en la localidad cercana de Cazorla. El Instituto Geográfico Nacional confirma que ha ocurrido sobre las 15:36 horas y ha durado alrededor de diez segundos. El Diario Jaén, por su parte, explica que el seísmo ha podido sentirse en otros pueblos de la zona, pero no aporta más datos.  ¿Alguien sabe si se ha notado en Huelma?

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