Cuando estuve en Galicia, el mar me tranquilizó. Siempre he sido más bien de secano, pero lo cierto es que la idea de infinitud me gusta, porque me hace sentir pequeño, pero bien.
No quiero ponerme moña. Parece que mi crisis empieza a remitir, pero poco a poco. Aún tengo que comprobar que soy capaz de estar a solas conmigo mismo. No sé por qué repudio ahora la soledad, cuando siempre me pareció tan importante.
Mi trabajo sigue tranquilo. Mi vida, en compás de espera.
Mis sueños se alejan, bastante. Cada día tengo menos claro lo que quiero hacer en el futuro.
¿A dónde vamos, yo, conmigo? ¿Por qué es tan difícil conocerse?
Besos para todos
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...