Acabo de pasar un fin de semana en Salamanca, que me ha venido muy bien para relajarme y afrontar con fuerza la semana próxima, que se prevee dura. La verdad es que no sólo me ha encantado, sino que ha pasado directamente al segundo puesto en mi ránking de «ciudades más bonitas de España», sólo superada por Granada (el tercer puesto ya estaría más discutido). Lo que más me ha llamado la atención es que sus monumentos están llenos de detalles más que curiosos.