Perdí la rabia en hospitales
donde enfermó tu risa;
tras verme agonizar de miedo y sangre
me cambiaste por otros.
Perdí el valor para decirte
todo lo bueno que te espera
si te acercas nadando hasta mi barco:
prometo mil caricias.
Rompí poemas por el camino
que lleva hasta tu casa
y vomité todas las letras
con que un día quise recordarte.
No sigo. Callo. Mi garganta
se rompe con tu nombre.
Sin título (5)
Archivado bajo Poemas