«España es un país fascista menos durante el Mundial«, escribí hace bastante tiempo en un antiguo blog. Mantenía, -y mantengo- , que vivimos en un país curioso, en el que la mitad de la población no siente la bandera como suya, y que llevar una enseña nacional hasta te puede costar un insulto, salvo cuando juega la selección. Acabo de leer un artículo de César Molinas, España y la Historia (así, con mayúscula), que explica bastante sobre este punto. Éstas son algunas ideas de Molinas:
«La Historia, entendida como la historia de la contradicción hegeliana, ha terminado». «La Historia, entendida como la historia del Estado-nación cohesionado por la guerra, ha terminado». Mientras otros países se han hecho nación luchando contra el extranjero, dice el artículo, «España se ha hecho española matando españoles», por eso «no debería sorprender que en nuestro país suscite más adhesión la selección de fútbol que la bandera nacional». Concluye Molinas, además, que esta característica puede ser una ventaja de cara a la posmodernidad que se nos avecina, ya que «la sociedad española ha demostrado en sus últimas décadas ser muy adaptable», cosa que será más difícil en países como Francia. Amén.
España es un país muy raro…
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Léete «Mater Dolorosa», jipi, y entenderás por fin por qué los españoles somos todos como Larra, que odiamos España menos cuando nos escucha un puto gabacho (o similar) y por qué tenemos complejo de perdedores.
Ya me dejaste «Otra idea de España» para iniciar mi perversión patria… Con lo bien que me lo paso yo viendo la selección.
vueno hay muchas cosas que pasan en el mundo y mucho que acontecer…y eso sera asta que dios regrese y ai se terminara todo los casos que suceden mas peores en esta tierra….dios dice bienaventurado el hombre que no conoce a dios y sigua a delante …..