México y Guatemala son dos países que no se llevan muy bien. Eso, al menos, es lo que nos comentó gente de un lado y otro de la frontera. Los traumas entre el hermano mayor y el pequeño se notan en las conversaciones con mexicanos y guatemaltecos. Sin embargo, si hay lago que une a ambos países es la religión: tanto uno como otro son muy católicos, y en ambos puede verse también la lucha que libran los evangelistas para hacerse con su parcela de adeptos. En Guatemala, proliferan las iglesias evangélicas. Dicen por ahí que «los guatemaltecos cambian más de religión que de camisa». A juzgar por el número de iglesias curiosas que hay, parece cierto.
El templo que parte la pana en México es la Basílica de Guadalupe, a donde peregrinan los devotos feligreses
Está muy bonita, pero se cae: a alguien se le olvidó que a una catedral hay que hacerle unos buenos cimientos. Por eso han hecho una nueva (y bastante más fea) al lado:
Y para que veáis que no exagero, os pongo aquí un vídeo que ilustra muy bien mi sorpresa ante el exacerbado catolicismo mexicano
P.D. Por cierto, hoy viene una noticia sobre Guatemala en ELPAIS.com… cómo está el tema
La gran diferencia (dentro del catolicismo exacerbado) es que en México la REINA (q así la llaman) es y será siempre la Guadalupe.
Dale futbol y religión al pueblo y asi estara anestesiado ante las injusticias sociales que sufre día a día y ante la continua corrupción politica que se lleva en sus bolsillos la poca riqueza que hay en el pais. Franco en España hacía igual mucho futbol y mucha beateria para tener a la gente atontada y que no se diera cuenta de la losa de la dictadura que aplastaba al pueblo.
La religión es el opio de los pueblos