Hoy escribo en el blog Quinta temporada sobre MacGyver, gran héroe de mi infancia, primero, y luego protagonista de chistes por sus excesos. ¿Os acordáis? ¿Lo veíais? Aquí podéis leer el post completo
Acabo de llegar a los 666 seguidores en Twitter… ¿Es esto el apocalipsis? ¿Se va a acabar el mundo? ¿Me darán un premio? ¿Triunfará la huelga? ¿El minelarismo va a llegar? http://twitter.com/locodelpelorojo P.D. ¡Y en EL PAÍS llegamos a los 250.000!
Este miércoles ha estado por EL PAÍS el cantante Juan Luis Guerra, autor de canciones tan míticas como «Ojalá que llueva café» o «La bulirrubina». ¿A que todos las recordáis de pequeños? Pues ahí me he hecho este fotón con el altísimo dominicano. La entrevista, aquí.
Hace unos días participé en un videoclip de mis colegas Hazte Lapón (tocan el próximo jueves, por cierto) haciendo el papel de un ligón cultureta. Totalmente alejado de la realidad, vaya. Aquí os lo dejo, para que gocéis.
«Cada vez me suministran drogas mas fuertes que intentan borrarme la memoria, estais siendo testigos de un genocidio consentido por todos, hay más gente en mi caso, os hago culpables a la sociedad que se os esta diciendo lo que hay y nadie hace nada, tienen total libertad para hacer lo que quieran conmigo, como nadie los detendrá, acabarán haciéndome un daño irreversible»…
Uno de esos correos anónimos (y turbios) que suelen llegar de vez en cuando. Lo más bonito que he recibido desde aquellas rusas que se querían casar conmigo.
Llevo unos días de curro hasta arriba, así que, en el último momento, he bajado este finde a Jaén. Mucho comer, más beber… en fin, lo esperado. Resultado: vengo bastante más relajado. El domingo, para rematar, hicimos una comida sorpresa para mi mamá. Os dejo aquí la instantánea que recoge el momento.
Como llevaba mucho sin escribir, me obligo a hacerlo hoy (con tal de no estudiar para el examen de árabe que tengo ahora). Este sábado pasado hicimos una fiesta de disfraces. Así iba yo y así, como véis en estas fotos, iban algunos de los demás. Estuvo gracioso. Este fin de semana me voy a Barcelona y -inshalá- pisaré por primera vez el Camp Nou, templo del fútbol con mayúsculas.