La pasada semana ha sido muy tranquila. Pedí, definitivamente, la beca para el College of Europe. Hice una pequeña fiesta para inaugurar mi nuevo piso de Cuatro Caminos, en el que me encuentro de puta madre -los problemas de la convivencia no afloran, por ahora. Salí bastante. Empecé -ya casi lo termino- otro libro de Milan Kundera, ‘La broma’ -me gustó más ‘La insoportable levedad del ser’. El domingo, quedé con bastante gente (entre ellos, Juan y sus papás, como se ve en la foto). Y he ido recuperando, poco a poco, mis ganas de hacer cosas productivas. En la semana que empieza, tengo una entrevista con un ministro y un fin de semana previsto en el pueblo, con el que me he reconciliado. Sigo pensando que el 2008 tiene buena pinta.
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