28/08/07

Cuando acaban los besos
es el turno de facturas e hipotecas:
decidir quién se queda la tele
y el derecho de pernada de la lavadora,
dónde guardar las fotos de aquellas veces
felices
y en qué cajón se quedan las caricias,
cómo atesorar los años juntos
y los días de lluvia
y flores, y parques, y más cosas.
Forzar la despedida de cepillos de dientes
y no arañar con gritos las llamadas incómodas,
amarrarse con fuerza al calendario
y dormir cada noche en la nevera.

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